Cada vez más preocupados por los desechos electrónicos y las emisiones que aceleran el cambio climático, los legisladores europeos y estadounidenses quieren que los fabricantes faciliten a la población la reparación de los dispositivos electrónicos. Destacando que éstos, se han convertido ya en una parte esencial de la vida diaria de casi todas las personas.
El estado actual del debate
Según las Naciones Unidas, en 2019 se arrojaron un récord de 53,6 millones de toneladas de desechos electrónicos y solo se recicló el 17,4%. Como resultado de este estudio (y muchos más) desde marzo de este año, Europa exigió a los fabricantes de lavadoras, lavavajillas, frigoríficos y pantallas de televisión que pusieran las piezas a disposición de los talleres de reparación durante al menos 10 años después de retirar un producto. Pero ahora los gobiernos ponen sus miras en la reparación de dispositivos móviles.
Las empresas se defendieron alegando que estos cambios podrían poner en peligro la integridad del producto y la seguridad del usuario. Pero los críticos y cada vez más reguladores, dicen que muchos fabricantes intentan hacer que sus productos sean difíciles de reparar negando el acceso de los clientes a piezas o esquemas, o simplemente diseñando dispositivos que se rompen si se abren, todo con el objetivo de cobrar más al comprar un producto nuevo.
Apoyo por parte de la población
Casi el 80% de los que respondieron a una encuesta de la UE de 2020 dijeron que se debería exigir a las empresas y fabricantes que faciliten la reparación de dispositivos digitales. “En comparación con otros problemas ecológicos … No hay resistencia pública contra las medidas de reparación”, dijo Markus Piringer de Austria. Eco Consulting sin fines de lucro.
Peter Mui, fundador de Fixit Clinic, ha ayudado a organizar casi 600 eventos a nivel comunitario desde 2009 en los que las personas traen artículos rotos y aprenden cómo repararlos. “Al final, el 70% de estas cosas se pueden reparar, y eso es sin acceso a manuales de servicio, herramientas de diagnóstico o esquemas”, dijo.
Una orden ejecutiva del presidente Joe Biden aumenta la presión; destacando que este escándalo ha llegado hasta el punto en el que incluso los agricultores de la nación no pueden reparar sus tractores debido a las restricciones corporativas sobre la reparación de sus equipos.
