Se acabó el tiempo en el que podemos pedirle a Uber y Didi que lleguen o salgan del aeropuerto de la CDMX.
El gobierno federal ha prohibido el ingreso de vehículos desde plataformas de movilidad digital, imponiendo una tarifa de hasta 43,000 pesos a los vehículos que no cumplan con las normas.
La medida está relacionada con la aparente competencia desleal que enfrentan los taxis tradicionales en torno a estos servicios digitales.
De esta forma, a partir del pasado viernes se han colocado unos carteles amarillos en los pasillos, entradas y salidas del Aeropuerto de la CDMX:
“Prohibido prestar servicio o abordaje de pasajeros en taxis de plataforma digital”
Ante la prohibición, los usuarios parecen ser los más afectados al ver mermadas sus opciones de transporte, y algunas de las empresas involucradas han publicado puestos de trabajo.
Sin Uber ni Didi, ¿qué queda?
Uber dijo en un comunicado de prensa:
“En Uber creemos que las y los usuarios de los diferentes aeropuertos, como el AICM, tienen derecho a elegir el tipo de movilidad que más les convenga».
Por su parte Didi comentó:
“Se mantiene el diálogo con las autoridades con la intención de permitir la operación de los servicios prestados por los conductores en los aeropuertos del país en estricto apego a la normatividad vigente”.
Este no es un problema menor si consideramos el nivel de uso de apps como Uber y Didi en el país. Según datos proporcionados por Inteligencia Competitiva, las aplicaciones móviles fueron la tercera plataforma digital más utilizada por los mexicanos en 2019.
Además, se entiende que Uber y Didi tienen 200.000 y 350.000 conductores y repartidores respectivamente, y se han convertido en la novena y décima aplicación más descargada del país.
No parece haber vuelta atrás de esta prohibición, y si bien los usuarios no podrán ingresar o salir de los aeropuertos de la CDMX en este momento, los usuarios no podrán usar Uber o Didi Chuxing, pero vale la pena comenzar a ver. otras opciones disponibles. Por ejemplo Midxi, una alternativa pública a las plataformas privadas.